lunes, 31 de marzo de 2014

Hábitos dietéticos saludables

En el cuestionario de nutrición he sacado 18 puntos. Debo admitir que últimamente me preocupaba mi alimentación y este resultado me ha subido el ánimo (por muy anticuado o ambiguo que sea dicho cuestionario).

Siempre me he considerado una persona comilona, desde pequeña, y muy lenta a la hora de comer. El problema es que con los años la lentitud ha evolucionado y ahora soy comilona y ansiosa. Y claro, una deja de crecer a lo alto y tiende a crecer a lo ancho... y es cuando aparecen las preocupaciones. Preocupaciones que se combinan con la vida ajetreada que llevamos, que como resultado final conducen a mayor ansiedad. Un círculo vicioso. Muchas veces, en lugar de comer para seguir activos deberíamos pararnos y descansar, ya que muchos de los alimentos que consumimos hoy en día están diseñados para darnos energía a corto plazo (bebidas energéticas, bollería industrial, café, etc.) cuando metabólicamente al cuerpo humano le cuesta liberarse de esos tóxicos y los va almacenando.


Es cierto que nunca he engordado grandes cantidades de peso, ni me he cohibido a la hora de comer. Pienso que comer es uno de los placeres de la vida, por lo que hay que disfrutarlo y no amargarse contando las kilocalorías que entran en el cuerpo. Debemos darnos caprichos de vez en cuando, e introducirlo dentro de un estilo de vida saludable.

Yendo al grano... la conclusión que puedo extraer de mi cuestionario es que mi alimentación es adecuada a excepción del consumo de dulces y de la ansiedad. El cambio que me gustaría realizar es disminuir mi ansiedad, lo que englobaría más aspectos de mi vida, ya que creo que tiene un origen psicológico. Eso sí, al chocolate nunca renunciaría, porque para un vicio que tengo... aunque sí disminuiría su consumo, y el del resto de dulces, claro.

¡En dos semanas contaré novedades!...

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